La gastronomía sueca es conocida por sus sabores únicos y su amplia variedad de platos típicos. Entre ellos, destaca un postre muy popular en el país escandinavo: la Marängsviss.
Este postre tradicional sueco consiste en una deliciosa combinación de merengue, crema batida y frutas, que hacen de cada bocado una verdadera explosión de sabor en el paladar.
Origen de la Marängsviss
Aunque su nombre pueda resultar complicado de pronunciar para algunos, la Marängsviss es un postre que tiene sus raíces en la sencillez de la cocina sueca. Se dice que su origen se remonta al siglo XIX, cuando los agricultores suecos solían mezclar merengue con crema y frutas para aprovechar los ingredientes que tenían a su disposición.
Con el paso del tiempo, esta sencilla combinación de ingredientes se ha convertido en uno de los postres más emblemáticos de Suecia, y es muy común encontrarlo en los menús de los restaurantes y en las mesas de las familias suecas durante las celebraciones y ocasiones especiales.
Preparación de la Marängsviss
La Marängsviss es un postre muy fácil de preparar, y no requiere de ingredientes complicados ni de técnicas culinarias avanzadas. Para hacerlo, se necesitan principalmente merengue, crema batida y frutas al gusto.
El merengue se prepara batiendo claras de huevo con azúcar hasta obtener una mezcla firme y brillante. Luego, se coloca en una bandeja para hornear y se hornea a baja temperatura hasta que esté crujiente por fuera y suave por dentro.
Una vez que el merengue está listo, se parte en trozos y se mezcla con la crema batida y las frutas. Las frutas más comunes utilizadas en la Marängsviss son las fresas, los arándanos y las moras, pero también se pueden utilizar otras frutas de temporada.
Servir y disfrutar
La Marängsviss se sirve en vasos o copas individuales, colocando una capa de merengue en el fondo, seguida de una capa de crema batida y una capa de frutas. Se pueden repetir las capas hasta llenar el vaso o copa, y se puede decorar con más frutas y trozos de merengue en la parte superior.
Este postre sueco es perfecto para disfrutar en cualquier época del año, ya que se puede variar la fruta según la temporada. Además, su sencilla preparación lo hace ideal para compartir en familia o con amigos, y es una excelente opción para aquellos que buscan un postre ligero y refrescante.